Hoy
he realizado el último trámite para colegiarme desde aquel ya lejano septiembre
de 2012 que me senté en la primera clase de penal en Primero de carrera. En
otra entrada ya haré reflexiones sobre el sistema de acceso en sí mismo y en
cómo se forma a los juristas de hoy, pero en esta me quiero centrar en el
precio. Y aquí hay una diferencia sustancial con los planes de licenciaturas,
sobre todo el máster y también el examen de acceso a la abogacía, y es que son dos
años extras a un precio que no está al alcance de todo el mundo.
Vamos
a mi caso particular; por cierto, en mi caso no me cobraron el recargo del 40%
por segunda carrera por entrar de nuevo mediante subida de nota de
selectividad. Así que aquí el consejo, si es segunda carrera, acceder mediante
sele. Los precios incluyen lo que me ahorré en matrículas.
Carrera en la
Universidad Autónoma de Barcelona:
1º de carrera
(2012-2013) – 1.655’14€
2º de carrera
(2013-2014) – 1.656’63€ (en mi caso particular me beneficié en 300€ menos por
matrículas de honor)
3º de carrera
(2014-2015) – 1.657’12€ (yo lo rebajé 380€ por matrículas de honor)
4º de carrera
(2015-2016) – 1.656’00€ (la rebajé 150€ por matrículas de honor)
PD: Las
matrículas de honor en cuarto no te las descuentan en nada… Aunque sigas con
ellos en el máster. Como fueron así de agradecidos decidí cambiar de aires y
probar la educación no presencial en la UOC (y no la aconsejo, sinceramente…).
Expedición del
título de la carrera: 218’50€
Máster en la
Universitat Oberta de Catalunya:
1º curso
(2016-2017) – 2.682’94€ (me benefició en mi caso de 200€ por matrícula de
honor)
2º curso
(2017-2018) con prácticas – 1.814’50€
Expedición del
título: 218’15€
Tasa por el
certificado de antecedentes penales: 3’74€
Acceso a la
colegiación en el ICAB: 500’95€
TOTAL: 12.063’67€
Así
que nada, espero que si alguien se está pensando matricularse en Derecho, le
sea útil esta información. Los de arriba nos la metieron bien doblada con el
Plan Boloña, los grados y sus másters complementarios, y ya tienen lo que
querían, expulsar de la abogacía a la clase trabajadora. Así que siendo víctima
de los nuevos planes, me siento orgulloso de haber participado en la lucha
estudiantil de 2008 contra Boloña, que a pesar de que acabó siendo una derrota
(porque acabó aplicándose), por lo menos se luchó con dignidad. Aquí están sus
desastrosos efectos, que ya vaticinamos en su día en las calles.
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