¿Qué es? En lugar de que cuando te
despiden paguen una indemnización de golpe (como ahora), el empresario la va
pagando poco a poco, prorrateándolo cada mes. No la paga al trabajador sino a
un fondo de la Seguridad Social (tipo Fogasa, pero individualizado a cada
trabajador, es decir, mutualizado).
¿Por qué es un ataque a la clase
trabajadora? Porque ya salen voces de que el gobierno de turno querrá hacer
pagar al propio trabajador esa indemnización en lugar de al empresario. Por
ahora nadie ha propuesto tal barbaridad, y en Austria lo paga solo la empresa. Pero
vistos los precedentes y propuestas de PSOE-PP-C’s-Vox-PDCat y PNV, no tardarán
en proponer un sistema mixto (paga empresario y trabajador).
¿Por qué es un sistema que precarizará
todavía más el mercado laboral? Porque se carga por completo la causalidad
del despido, dejándolo solo en una teorización jurídica y por ende, en papel
mojado. Y me explico: ahora si la causa alegada por el empresario (casi siempre
disciplinaria) no la demuestra, tiene que pagar 33 días por año trabajado; si
demuestra la causa le sale gratis el despido. Con la mochila austriaca, al
pagar el empresario cada mes, en el momento del despido no tendrá que pagar
ningún extra porque ya lo ha pagado. ¿Qué quiere decir eso? Ya lo hemos visto
con el contrato de emprendedores y su despido gratis por un año (por no
superación del periodo de prueba)… Ningún trabajador duraba más de un año. El
efecto sobre el resto de derechos laborales es terrible, porque la reclamación
de cualquier derecho, o simplemente que sea un trabajador más peleón de lo que
le guste al empresario le dejará en la calle sin ningún coste adicional para la
empresa. Muchos me diréis: “Ya, pero eso
ya sucede ahora”, efectivamente, el despido improcedente (casi siempre
disciplinario) es tan barato que no disuade al empresario de despedir a su
antojo. Ahora les sale barato, con la mochila austriaca ya lo habrá pagado, por
lo tanto la decisión de despedir le sale “gratis”, por lo que habrá más despidos
y en definitiva más precariedad.
Pero es que también es injusto
para las empresas (cada vez hay menos) que tienen por política de Recursos Humanos
tener una plantilla estable, consolidada y con buenas condiciones de trabajo (y
que por cierto, son las que mejor funcionan). ¿Por qué tiene que pagar despidos
quien ha sabido elegir bien a sus empleados y no necesita despedir (o hacerlo
poco)? Desde luego, desde el punto de vista empresarial, es un golpe a la
estabilidad laboral; sin embargo no escucharéis a la patronal criticar la mochila,
y no por el modelo en sí, sino porque ven una oportunidad de abaratar más el
despido a base de prorrateos.
¿Es todo malo esto de la mochila austríaca?
No; hay alguna cosita interesante, y es la complementación del sobrante en
la jubilación. Es decir, si no usas la mochila, te mejora la jubilación: ¿Cuánto?
Ya veremos cómo se aplica si llega el caso. Pero la complementación de la
jubilación no puede ser la excusa para derribar la causalidad del despido y
precarizar todavía más todo el mercado de trabajo. Si se quiere mejorar las
jubilaciones hay una solución más sencilla: luchar por unas pensiones dignas, y
acabar con el mantra de que tienen que ser pagadas con las propias cotizaciones
del sistema. Tan sencillo como complementarlas con partidas presupuestarias
derivadas de impuestos en un país donde las empresas más poderosas apenas
tributan. Es una cuestión de voluntad política, y no de soluciones mágicas encontradas
mochilas neoliberales.
No hay comentarios:
Déjame tu opinión: